La llegada de la revolución Industrial trajo consigo una alteración de la vida, una alteración en la conformación del mundo hasta entonces, con ella se produce la aparición de una nueva clase social, el proletariado, tras producirse el éxodo campesino y con ello la proletarización del campesinado. Con La revolución Industrial ya no era necesario un estricto conocimiento de la técnica (como en el trabajo artesanal) e inclusive en muchas actividades no se necesitaba poseer gran fuerza física, puesto que la maquinaria se encargaba de ello, solo necesitando un operario. De aquí que durante el siglo XIX se emplease a niños y a mujeres a quienes además se les podía pagar menos dinero por su «condición», bajo el principio de producir mas al menor gasto posible. De esta manera los Obreros debían soportar horas de trabajo de hasta 15 horas, por bajos sueldo, con la ausencia de cualquier tipo de seguridad social. Por todo esto la primeras organizaciones obreras se dan en Inglaterra país cuna de la revolución Industrial, precisamente porque la industrialización creó una masa proletaria, proletarios que podían reconocer su situación de explotación en el otro que le acompaña. Así a medida que se va expandiendo la industrialización por Europa van surgiendo organizaciones a su paso, algunas con objetivos de reivindicaciones laborales y otras que ven mas allá, que se enfocan en lo político, en la toma del poder. Es este el tiempo de los nacionalismo, del internacionalismo, de la idea de la revolución Proletaria, del romanticismo, del socialismo utópico y científico. El tiempo de la Primera Internacional de trabajadores, de la Segunda Internacional, quizás el momento en que la izquierda política llegó a tener mayor aceptación de masas.
Historia de las Civilizaciones 